Por que tu vida no cambia?

¿Por qué tu vida no cambia?

Tengo varios días cavilando en los motivos por los cuales tanta gente que quiere cambiar algo de su vida, no lo logra, o por lo menos no lo logra con la velocidad que le gustaría. Una vorágine de ideas se han arremolinado en mi mente como respuestas factibles y aquí enumeraré, luego de años de observación del comportamiento humano, las que he visto más comunes:

La persona…

No sabe lo que quiere
No sabe que puede cambiar
No desea con suficiente fuerza el cambio
No está dispuesto a hacer nada por cambiar
Es lenta, muy lenta, lentísima

Podría escribir todo un libro al respecto de lo que quiero analizar en esta nota, pero también se me ha antojado hacerla breve. Veré si puedo.

Me queda claro que muchas, en verdad muchas personas quieren cambiar algo de su vida, entre los anhelos de cambio más clásicos se encuentran: mejorar su economía, corregir o mejorar su vida amorosa y/o preservar la salud. No importa lo que quieras, salud, dinero o amor, lo interesante es que la mayoría quiere mejorar. Y toda mejora lleva implícito un cambio (mas no lo contrario). Entonces, si eres como la abrumadora mayoría de la gente, esa que quiere mejorar algo en sus vidas… ¿Por que tu vida no cambia? ¿Por qué no logras mejorar?

El primer punto: mucha gente no sabe lo que quiere. Mucha gente sabe que quiere cambiar para mejorar, pero no sabe exactamente qué o cómo. Esa ignorancia es una poderosa razón de estancamiento, además de producir enorme frustración. Imagina…, querer cambiar y al mismo tiempo no saber ni qué. Para ese tipo de personas sería mucho más sano no querer cambiar. Así, todo estaría en pacífico estancamiento. Pero qué duro querer cambiar tu vida y no saber bien a bien qué. Definitivamente aquí sólo puedo remitirme a hacerte ver uno de mis axiomas favoritos en Nueva Conciencia: “Claridad da poder”. ¡Esto tatúatelo en el alma! Claridad da poder. El poder es la capacidad para actuar, y una de las fuentes que te dará esa capacidad es que tengas claro lo que quieres, que tú -sin necesidad de nadie más- tengas claros tus objetivos, ya sea en salud, dinero o amor. “Sólo podremos dar un tiro certero en el blanco que podamos ver”. Imposible atinar a algo que no se ve. Te tiene que quedar claro qué quieres. Luego pasarías a la estrategia para lograrlo, pero de entrada este es un primer gran paso en el proceso de felicidad que genera obtener lo que se desea, este es un clásico pilar del éxito común. Detente y date el tiempo de analizar qué es lo que quieres de verdad. Haz lo que sea necesario para que lo veas claro, habla mucho de ello, escribe al respecto, medita, piensa, analiza, ve con un terapeuta, conversa con quien tengas confianza, rebota ideas, lo que sea, pero ten plena claridad de tus objetivos.

El segundo punto, esa triste circunstancia en donde mucha gente no sabe que puede cambiar. No te imaginas la indescriptible cantidad de personas que creen que eso que viven ya es su destino y nada lo podrá cambiar. La enorme cantidad de gente que cree que ese trabajo que tiene es lo único que hay, que esa relación que lleva es la única que debe aguantar, que esa economía que tiene es lo único a lo que puede aspirar. Te digo, de esto puedo escribir todo un libro, pero haciendo un tremendo esfuerzo de síntesis, en esta breve nota me limitaré a decirte: Allá afuera está repleto, atascado de oportunidades para cambiar tu vida, en salud, dinero o amor. En lo que sea. Espero con todo mi corazón que algún día creas en lo siguiente: esta vida que llevas hoy en día, ¡no es lo único que existe! ¡Hay más allá afuera! Y… ¡Nunca es tarde para conocer otro mundo! Créeme… ¡existe otro mundo además del que vives! ¡Existe! Es enteramente natural que tengas miedo de cambiar o incluso tan sólo de investigar, pero ese mismo miedo ya sería una ventaja al punto que analizo aquí, la triste vida de alguien que “no sabe” que puede cambiar. ¡Sí se puede cambiar! ¡Sí hay opciones de cambio! ¡Sí se puede a cualquier edad y condición! ¡Si hay otros mundos! Bueno, basta. Si existe sincronía entre la intención de mi mensaje y la circunstancia de tu vida, basta. Te repito.. hay algo más. Existe algo más de lo que tú has conocido en tu entera conciencia hasta el momento.

El tercer punto: no cambia la vida de alguien porque ese alguien, la verdad, no desea con suficiente intensidad el cambio. A mis casi 40 años de vida he podido constatar fehacientemente una y otra vez lo que reza un clásico dicho: “Querer es poder”. ¡Tres palabras repletas de verdad, atascadas de razón! Quizá si intentara mejorar el dicho, aumentaría 2 palabras: “Querer lo suficiente es poder”. Eso de “lo suficiente” es clave, es fundamental, es esencial. Muchos quisieran ganar más dinero (o de hecho tan solo ganar -ya quítale el más-), muchos quisieran una mejor vida de relación amorosa, muchos quisieran tener una salud más vibrante… pero poquísimos lo logran, poquísimos cristalizan sus sueños en realidad. ¿Quienes? Los que lo desearon “lo suficiente” como para encender el motor que cambia toda realidad, como para crear ese efecto bujía que da el chispazo para emprender… ¡la acción! La diferencia entre el éxito o el fracaso en tu vida puede remitirse a una circunstancia: actuaste o no. Punto. Y emprendiste la acción es porque lo deseaste lo suficiente para generar lo que origina todo cambio real: la acción concreta. ¡Acción! Eso es lo que nos caracteriza a todos los líderes emprendedores. Ideas valiosas las pueden tener muchos…, llevarlas a cabo, eso sólo unos pocos, los pocos que lo desearon lo suficiente, a tal grado que la mera observación de un ideal ya resultaba dolorosa… a diferencia de la valiosa gente que elimina ese dolor con la fuerza de la acción. No es lo mismo pensar “…sí, aja, creo que valdría la pena bajar un poco de peso”, a pensar: “…si no me pongo a dieta inmediatamente, me muero”. En la primera opción es un “…convendría hacer el cambio sin duda…”, en la segunda opción es un: “…¡¡¡lo tengo que hacer pero ya!!! ¡Es un deber inalienable!”. Así pensamos los que originamos los cambios. Con esa intensidad de deseo. Precisamente por eso generamos los cambios.

La cuarta razón: la gente no está dispuesta a hacer nada para cambiar su vida. Este punto lo expresé así porque mi comunicación escrita es más prudente que la oral. Pero si estuviera dando una conferencia de este tema, me saldría con tremenda fuerza y emoción esta cuarta razón en un lenguaje mucho más entendible… la gente es… es… ¡floja! Digámoslo así. Si esta nota fuera el guión de un futuro libro, este tema sería el apartado del quizá capítulo más extenso: ¿Por qué cierta gente es floja? ¿De dónde surge la holganza? ¿Cómo se genera dentro de nosotros la pereza? ¿Cuál es el origen psicodinámico, neurológico, cultural e idiosincrático de la pereza? ¿A poco no sería interesante que lo desglosara? O bueno, quizá te daría flojera leerlo. En fin, aquí me remitiré a decir que mucha gente no cambia su vida… ¡por floja! Y claro, la flojera anda tan despacio, que la pobreza y la soledad pronto la alcanzan, prontísimo. Esto me da paso al punto más importante que quiero comentar hoy, el quinto motivo…

Muchas personas no logran un cambio en sus vidas, incluso siendo un cambio urgente o necesario, porque son lentas, muy lentas… ¡lentísimas!, para decidirse a actuar. De hecho, te confieso que esta nota en un principio quise titularla así: “Lento, muy lento, lentísimo”, porque quería hacer alusión a la velocidad con la que mucha gente se decide a cambiar. Puse mis manos en mi laptop, y salió todo lo previo, cuando yo solo quería reflexionar brevemente acerca de un fenómeno que a mí me tiene muchas veces desesperado. La lentitud de la gente para decidirse y así mejorar.

Reconozco que uno de mis defectos y donde orgullosamente ya he trabajado en mi vida es en la impaciencia. Muchas cosas en mi vida, cuando las quiero, las quiero ¡ya! Cuando me atrapa una idea… literalmente ésta me atrapa a mí, en vez de ser al revés. Y no me suelta hasta que esa idea se ve cristalizada en realidad. Muchas veces en mi vida, siento que todo me urge. Y bueno, como todo “depende” diré que ese defecto de mi personalidad muchas veces se ha transformado en virtud. Tan sólo me remitiré a decir que el éxito (mucho, poco o casi nada, eso no es tema de este apartado) al que he llegado en mi vida, uno de sus ingredientes más importantes, si no es el que más, es la sana sensación de urgencia con la que siento debo lograr lo que me propongo. Entonces, mejor no diré que es uno de mis defectos… ni una de mis virtudes, mejor diré que es una de las características de mi personalidad. Eso me gustó. Sí. Pues bien, esa característica de mi personalidad, la prisa por lograr lo que me propongo, es lo que mayoritariamente me ha llevado al éxito. Sin duda por ahí también esa prisa es la que me ha llevado a equivocarme… ¡pero me ha llevado a algún lado! Y no sólo me quedo ahí pensando, pensando, pensando… ¡sin actuar!

En verdad, hasta los dedos se me están haciendo torpes para escribirte con la velocidad e intensidad con la que quiero hacerte ver hoy y aquí el mensaje central… ¡Por favor, por Dios, por lo que quieras… ¡¡¡siente prisa por lograr lo que deseas!!! ¡¡¡Siente que urge!!! Eso será lo que, lógicamente, acelerará el que logres lo que deseas, que generes el resultado cuanto antes, y precisamente ese logro, ese resultado, es el motivador más intenso para la vida de un líder. ¡Resultados! ¡Son tan extraordinariamente motivantes! Uno como líder no necesita más. El gran motivador de un motivador es el resultado. Ese solitario y a la vez tremendamente empoderante momento donde en total privacía, incluso muy posiblemente sólo dentro de la mente de un líder existen dos sublimes palabras que brillan iridiscentes en la exclusividad interna de su ser: “Lo logré”. No hay más. No se necesita más. Ahí está la prueba irrefutable para todo líder, de hecho para toda persona, donde se demuestra a sí mismo su capacidad.

Ese momento de gloria y triunfo donde no hay nada que decir. Nada. Los hechos gritan tal gloria y triunfo. No hay palabras, por mejor articuladas que estén, que alcancen la magnitud evidente de los hechos. La persona tiene frente a sí la contundencia de los resultados… la persona tiene frente a sí el resultado, siento éste el hecho mismo que funge como escalón para elevar toda autoestima, ahí sentir más fuerza, y desear lo siguiente, sabiendo que lo podrá lograr… y es que su siguiente objetivo lo ve mientras está parado en la evidencia de que puede.

Y ¡cara…y! Tanta otra gente que no más se queda mirando. “Pensando” en que sí efectivamente, también sería bueno que él o ella vivieran un éxito así. Pero le piensan tanto, pero tanto, que se hacen lentos, muy lentos, lentísimos. Y curiosamente esa “lentitud autogenerada” los frustra tanto por lo tardado en obtener resultados… que mejor optan por dejar el proyecto de mejora. ¿Por qué no cambia tu vida? Muy posiblemente por lento, muy lento, lentísimo, lenta, muy lenta, lentísima, en tomar una decisión y actuar de inmediato y masivamente.

Cuando trabajo con gente, lógicamente me encanta que trabaje a mi ritmo, con una sana prisa, con un una empoderante sensación de urgencia, si no, lógicamente prefiero no trabajar con esa persona. ¡Me desespera! Sé que espiritualmente hablando, la vida me pone frente a un “maestro o maestra” que me vienen a enseñar la virtud de la paciencia. Y con mucho gusto la voy aprendiendo. Y orgullosamente hasta les doy las gracias a esos maestros que la vida me pone. ¡Pero de inmediato me deshago de ellos para trabajar con quien realmente quiere exprimirle el jugo a la dicha de la vida! Estoy convencido de que un equipo se hace verdaderamente equipo cuando todos trabajan a la misma velocidad. Por eso se hace un equipo de triunfadores, lo que llevan prisa, y un equipo de fracasados, los lentos, muy lentos, lentísimos.

Hace poco me enteré de un modismo en el idioma inglés llamado: “No brainer, this is a no brainer”, como haciendo alusión a que “No hay nada que pensarle…”. Se usa mucho ese modismo en los negocios cuando se tiene frente a sí una oportunidad indescriptible y de alto grado de seguridad… ahí donde prácticamente no hay riesgos, ahí donde claramente “no hay que pensarle nada (“no brainer”)”, por tan evidente oportunidad de mejora. Pero esto aplica también al amor o la salud o a cualquier otro rubro.

Por ejemplo, yo he tenido la dicha y fortuna de tener frente a mí oportunidades de este tipo, en salud, dinero y amor. Y lógicamente, no le he pensado gran cosa, decidí en segundos o minutos, y dije: “¡Va! Y va con todo”. Y en el 95% de los casos ha sido origen de mi éxito. El haber tomado la decisión ¡ya! Y actuando de inmediato en consecuencia. Claro, para tomar una decisión así, no es cuestión de una “corazonada” (aunque muchas veces sí), ni de aventarse al vacío sin primero ver si funciona el paracaídas. No… se requiere de haber adquirido cierto conocimiento que sirva como valiosa referencia para la toma de decisiones. Pero he de confesar que varias otras veces, no se requiere de gran conocimiento, sino de sentido común… y actuar.

Me he llevado enorme sorpresa cuando tengo frente a mí una evidencia (evidencia = máximo grado de verdad) de oportunidad para mejorar en dinero o en amor o en salud, y escucho a gente que dice:

Se oye bien, heee, pero déjame echarle una pensada. – ¡¿Tienes que pensar más estando todo tan claro?!
Déjame platicarlo con mi esposa y luego te digo. – ¡¿Necesitas de la opinión de tu esposa o esposo para tomar una decisión personal?! Esto nunca será buen signo de superación “personal”.
Deja que llegue la quincena. – Si alcanzas a ver la oportunidad, siempre hay manera de conseguir lo necesario y emprender. Incluso antes de la quincena.
¿Tendrás más información? – ¡¿Luego de todo el despliegue de información con todo lo que nos acaban de decir aún quieres más?!
Mañana con la luz de Dios. – ¡Para eso se inventaron los focos! Puedes ver bien incluso de noche.
Yo creo que mejor mañana le hablo. – Pero si ya ella o él te dijo que quiere verte.
Mejor mañana empiezo, o incluso mejor el lunes. – ¡Pero si ya te enteraste hoy mismo del beneficio de esa dieta!
Bueno, pues yo lo veo luego. – Pero si hoy mismo ya está más claro que el agua.
O de plano, gente que se queda como congelada, como en pausa sin saber ni qué (esta es de la lentisísima). Aquí se demuestra rotundamente aquel aforismo de que el mucho análisis produce parálisis.

En fin, simplemente te quise exponer brevemente el que muchas veces tu vida no logra cambiar por que el dueño de esa vida (tú) es lento, muy lento, lentísimo, lenta, muy lenta, lentísima. Y para colmo… ¡la vida está pasando tan rápido! En verdad, no te creas inmortal. Sí, sí, sí, sé que en lo más profundo del ser todos somos uno y la energía no se crea ni se destruye sino sólo se transforma, y que hay otras vidas y entonces uno puede volverlo a pensar en la siguiente. Pero hoy no estoy escribiendo desde esa tesitura, sino en una forma un poco más práctica para el común de los mortales que nos movemos acá abajo en el planeta Tierra. En verdad te recomiendo que si una voz en tu interior te dice: “¡Ya! ¡Hazlo ahora!”, hazle caso a esa voz cuanto antes y atrévete a sentir la fuerza de esas dos letras… “¡Sí!”. Al decir “Sí” de corazón y velozmente ante la oportunidad de cambio que la vida te pone enfrente, de esa manera, la posibilidad de que tu vida mejore se incrementa a pasos verdaderamente acelerados. Verás que al lograr el cambio que quieres, más rápida e intensamente sentirás una gran… ¡Emoción por Existir! –

Cuatro Categorias de Observación

¡Cuatro categorías de observación
Con el fin de cultivar su condición de espectador, usted necesita desarrollar sus poderes de observación respecto de sí mismo y del mundo. Necesita aprender a observar sus reacciones, para superarlas. Es ese “ir más allá” lo que constituye la parte esencial de la búsqueda espiritual. He dividido los diferentes tipos de observación en cuatro categorías.

4.- Observación del mundo que le rodea
Uno puede adoptar la postura del espectador ante todo lo que sucede. Esto incluye hechos ocurridos en el vecindario, así como acontecimientos de importancia mundial. Como testigo, uno se niega a identificarse con lo que ve; se es un observador distante, pasivo pero que advierte las cosas. Usted no se identifica con lo que sucede, pero lo advierte.
Cuando uno se convierte en testigo de los hechos que nos rodean, elimina la perspectiva egocéntrica. Ya no lo verá en términos de cómo le afecta a usted. Se limitará a advertir lo que pasa. No está unido al bien o al mal de lo ocurrido. Sabe que, de alguna forma misteriosa, todo forma parte del orden natural. No cuestionará a Dios. Se limitará a observar.
La ventaja de adoptar esta posición es que uno comienza a ver cómo ese hecho afecta a toda la gente. Si es un problema, usted ve la solución con claridad. Siente que no debería estar sucediendo, pero no pregunta por qué y no juzga ni se enoja por ello. Usted es un testigo silencioso. Si el acontecimiento es un huracán o un terremoto, por ejemplo, no se siente desgarrado por dentro. Sabe lo que ha sucedido, sabe lo que es necesario hacer, y puede ponerse a hacerlo.
Aprender a observar el mundo desde la perspectiva del observador distante, sin embargo, no significa carecer de emociones. Sólo significa estar libre de emociones inmovilizadoras. Abraham Maslow definió a los más valiosos seres humanos como aquellos que se habían realizado, y especificó que la más alta cualidad que poseían era ser “independientes de la buena opinión de los demás”.
Cuando uno ya no necesita ver los acontecimientos de su vida desde una perspectiva egocéntrica, o desde el punto de vista de cómo debería reaccionar atendiendo a los demás, ha conseguido una importante parcela de libertad.
Libertad es lo que ofrece la posición del testigo. Libertad de estar en un aeropuerto, por ejemplo, contemplando cómo los demás se trastornan por la cancelación de un vuelo, mientras usted observa en silencio el comportamiento ajeno a la par que el suyo propio.
Ese testigo sereno evita que sea presa del pánico, y alivia el miedo también en la persona que tiene a su lado.
Usted puede aplicar la condición de testigo a todo lo perturbador. Las guerras continuarán y continuarán, con independencia de su torbellino interno. El que hubiera muchos espectadores del mundo podría ayudar a crear una energía colectiva de paz. Desde luego, no será su enojo lo que erradicará la guerra.
Lo mismo es verdad en el caso de la violencia, el hambre, la enfermedad y todos los problemas que padecemos. Al transformarse en testigo, no se vuelve pasivo ni indiferente. Se convierte en el observador que ve lo que sucede como lo que es, y que también ve las soluciones. Si hace suyo el enojo de los violentos, usted se transforma en un violento más que altera la armonía del mundo. Como testigo, usted radiará la calma energía de la observación y el distanciamiento. Éstas son las metas que nuestro mundo alcanzará si los que observamos como testigos logramos llevar a término una revolución espiritual.

Estas son, pues, las cuatro categorías de observación que usted tiene disponibles. Puede que le suenen un poco extrañas si cree que sólo actuamos sobre el mundo con nuestro yo físico o intelectual. Admito que es una noción nueva y quizá radical, pero póngala a prueba. ¿Quién sabe? Podría acabar transformando su vida y ayudándole a entrar en contacto con la fuerza y la sabiduría de su yo espiritual.

Cual es tu mayor Miedo

Cuál es tu mayor Miedo?

“Las personas exitosas hacen un hábito de

hacer las cosas que los fracasados odian hacer”

Si tus miedos te dominan, tus sueños mueren…

¿Miedo al fracaso?, ¿al rechazo?, ¿al cambio?, ¿a la confrontación?, ¿al éxito?, ¿a tomar riesgos?, ¿a tomar decisiones?… pausa por un momento y determina tu mayor miedo.

¿Qué te ha costado este miedo? ¿Qué no has logrado por este miedo? ¿Qué cantidad de dinero has dejado de ganar por este miedo? ¿Cuántas personas importantes hoy no son parte de tu vida por este miedo? ¿Cuántos años de logros has perdido porque se lo has entregado a este miedo?

Fíjate en estas estadísticas: 97% de las personas cuando llegan a la edad de 65 años no son libres financieramente, en otras palabras, tienen que depender de un familiar, del gobierno, o de ingresos limitados de su plan de retiro para subsistir (si es que lo tienen). Todo esto mientras el otro 3% son verdaderamente prósperos!!! ¿En qué grupo te encontrarás tu?

Pero, ¿Qué tiene que ver esto con el miedo? Qué bueno que preguntaste.

Cuando llegues al final de este artículo, podrás entender el por qué una de las razones principales por las que la mayoría de las personas en el 97% no alcanzan la independencia económica o no logran lo mejor que la vida tiene para ofrecerles, no es falta de educación, no es falta de dinero o tiempo, sino el MIEDO y sus derivados como temores, dudas, inseguridades, ansiedades, preocupaciones y baja autoestima.

Bajo el hechizo de estos sentimientos, se sienten paralizadas y no logran hacer las cosas que quieren hacer y que harían su vida más feliz y completa.

Digo hechizo, por que piensa en los últimos 2 años de tu vida, ¿Cuántas de las cosas que temías verdaderamente sucedieron? Pocas ¿verdad?, sin embargo, actuaste y tomaste decisiones como si fueran a pasar… te quedaste en tu zona de comodidad, limitaste tus acciones y por ello también tus resultados.

Pero, no confundas el miedo con precaución… una cosa es ser precavido y otra cosa es el miedo. Tampoco me refiero a miedos irracionales como fobias… estas requieren otro tipo de atención.

Más bien me refiero a todas esas mentiras que inconscientemente nos decimos y que creemos sobre lo que puede pasar si tomamos acción… de hecho, fíjate en mi definición de miedo en forma de acróstico:

MIEDO: “Mentiras Internas Exhibiéndose Demasiado Obvias”

Esto te puede sorprender, pero mientras nuestra habilidad de lidiar con nuestros miedos puede sonar como un problema psicológico, en la mayoría de los casos no lo es. Yo creo que el problema es más de índole intelectual… tú puedes aceptar el miedo como un hecho de la vida o como una barrera para el éxito.

Déjame explicarte.

Nosotros, inconscientemente usamos mecanismos de defensas que nos protegen de situaciones que podemos percibir como miedosas o como dolorosas. Una parte de nosotros puede querer crecer y cambiar, pero otra parte resiste por que el cambiar nos lleva a un NUEVO territorio en nuestros pensamientos y emociones que desconocemos… lo desconocido nos produce temor y este temor, si no es entendido, nos puede llevar a la inacción.

Si alguna vez te sientes con ansiedad, lleno de frustraciones y sin motivación, entonces presta atención, porque es muy posible que tus mecanismos de defensa estén trabajando. Estos sentimientos son señales de miedo que quieren mantenerte en tu zona de seguridad.

Mas que huir y resistir el miedo, lo que necesitas es entenderlo, aceptar su existencia y actuar a pesar de él.

¿Quieres romper el hechizo y enfrentar tus miedos? Me imaginé que dirías que sí… entonces sigue los siguientes 4 pasos.

Te sugiero que no te veas inclinado a sólo seguir el paso #3 ya que aunque tus resultados serán buenos, te sorprenderás en quien te convertirás si sigues todos los pasos en el orden que te indico.

¿Estas listo?

Paso 1) Acepta que el miedo es una respuesta normal a tu desarrollo personal, en otras palabras, cada vez que quieres crecer, que quieres tomar una decisión importante, que quieres salirte de tu lugar de comodidad, sentirás miedo ya que este quiere protegerte de lo desconocido.

Paso 2) Mantén un Diario de Éxitos con una sección dedicada a tus miedos.

En este diario, haz una lista de tus miedos. Cuando piensas en tus metas, ¿qué miedos te llegan a tu mente? Haz una lista de ellos (miedo al rechazo, al fracaso, etc.) y escoge uno de ellos para enfocarte cada semana.

Contesta estas preguntas sobre el miedo que escogiste:

a) ¿Qué te ha costado este miedo? ¿Qué cosas hoy no tienes en tu vida por culpa de este miedo?

b) ¿Cómo sería tu vida si este miedo no existiera?

c) ¿Qué sería lo peor que puede pasar si tomaras acción a pesar de este miedo?..¿Puedes vivir con las consecuencias?

d) ¿Qué es lo mejor que puede pasar si tomas acción a pesar de este miedo?

Las respuestas a estas preguntas te darán una clara indicación de si debes controlar tu reacción al miedo o permitir que este te robe tus sueños.

¿Me sigues hasta ahora? Entonces continúa con el…

Paso 3) Siete el Miedo y hazlo como quiera ¿Por qué razón? Te contesto en las palabras de Aleanor Roosevelt cuando dijo:

“Tú ganas fortaleza, coraje y confianza en ti mismo cada vez que te detienes y miras al miedo a la cara. Tú debes hacer lo que piensas que no puedes hacer”.

Todas las personas que tú conoces y que hoy son exitosas, cuando han querido crecer, han sentido miedo y lo han hecho como quiera. Ellos viven sus sueños aunque tienen tantos miedos como aquellos que viven miserablemente, lo único es que se han convertido en maestros de sus miedos en vez de permitir que sus miedos sean su maestro.

Cuando actúes a pesar de tus miedos, te moverás desde un lugar de dolor, parálisis y depresión (otros sentimientos que normalmente acompañan el miedo) a un lugar de poder, de confianza en ti mismo y felicidad.

Cuando tú enfrentas el miedo te mueves a una posición de in-poderamiento donde el miedo se convierte en algo irrelevante.. lo sientes pero lo haces como quiera. Tienes poder sobre ti mismo, poder de vivir tus sueños, poder de crear satisfacción en tu vida, poder de enfrentar obstáculos, y el poder de tomar acción.

Paso 4) Celebra tus triunfos. Cada vez que actúes a pesar de tus miedos es un triunfo, estas rompiendo tus cadenas y tomando control de tu vida. Anótalo en tu diario de éxitos y cómprate un regalo, ve al cine o haz cualquier cosa que te haga sentir bien por que tú te lo mereces.

Cuando te sientas que estas actuando a pesar de este miedo, entonces, sigue estos cuatro pasos con el próximo miedo en la lista que escribiste en tu Diario de Éxitos.

Cuando sigas estos 4 pasos evitarás uno de los más grandes dolores de la vida: llegar al final de tus días y mirar hacia atrás y notar que aceptaste mucho menos de lo que la vida te ofrecía siendo sólo un testigo del éxito de los demás.

Cuando sigas estos 4 pasos, no permitirás que el miedo intervenga en la realización de tu propósito. Tú tienes grandes talentos y habilidades únicas que compartir con el mundo. Nadie puede ofrecer lo que tú puedes ofrecer.

Cuando sigas estos 4 pasos, estarás in-poderado, romperás el hechizo del miedo y vivirás tus sueños.

Cuando sigas estos 4 pasos te sentirás en control y lograrás tus metas con mucho más facilidad. Te sentirás como una nueva persona y alcanzarás éxitos que sólo existían en tu imaginación.

Nadie puede escribir tu libro, abrir tu negocio o escribir tu canción… siente el miedo, rompe el hechizo y hazlo como quiera.

Me despido con las palabras de Alan E. N. Gray:

“Las personas exitosas hacen un hábito de hacer las cosas que los fracasados odian hacer”

Como Afrontar y Superar el Dolor del Alma

“Como Afrontar y Superar el Dolor del Alma”

Desde el momento de nuestro nacimiento el ser humano se ve afectado por todo lo que a su alrededor se encuentra. Desde el momento de salir del vientre de nuestra madre enfrentamos el dolor más grande, salir del lugar en donde estábamos protegidos y resguardados para enfrentar un mundo cambiante y cada vez más agresivo, sin saber cómo serán los padres que nos engendraron, sin conocer cuál será la herencia de nuestra familia, sin conocer los conflictos presentes, y sin conocer toda la aventura de un mundo al cual estamos expuestos, estamos aquí. Dentro de las miles de posibilidades de millones de células que se pudieron haber unido, estas células formaron un ser único e irrepetible, y esto no es una coincidencia o un hecho al azar, el Ser Humano nunca tiene experiencias de coincidencias porque en la vida hay un orden inalterable, todo lo que está “es” y tiene una razón, una razón no por inventarse sino al contrario una razón por descubrirse, un “sentido” que nos hace, aspirar a un ideal de vida. Sin embargo ese ser pequeño e indefenso, posee en todo su esplendor la esencia misma del ser humano, la parte mas interna, el Espíritu.

Todo lo que en su vida el ser humano acumula en experiencias, los conflictos de la niñez, los fracasos, la incomprensión de nuestros padres, la depresión de nuestros tiempos, la necesidad de sentirse querido y aceptado, el trabajo rutinario, las ganas de no vivir, giran herméticamente durante días o años, y fingimos en ocasiones que no existen, preferimos callar y tratar de hacer frente a la frustración que eso genera, llenando vacíos con vacíos, y al final ¿qué queda?, queda solamente el hombre mismo y su “dignidad”, aquel que tiene que hacer frente a las situaciones más adversas, aquel que no puede cambiar un pasado que ha influido en su vida, pero que ha aun NO LO DETERMINA, el hombre que ha comprendido que ahora es lo que es, gracias a su pasado, porque es en él en donde encuentra toda su riqueza de experiencia, el hombre que tiene la capacidad de mirar atrás y descubrir el sentido inmerso en esas experiencias que lo han tocado, comprenderá que en el “sentido” de su pasado estará el “sentido” de su presente y podrá PROYECTAR UNA VISIÓN DE FUTURO CON “SENTIDO”. El hombre tiene la capacidad de “oponerse” (la fuerza de oposición del espíritu) a las situaciones que la vida le plantea, no de modificar el destino, pero tiene siempre aún en el ultimo de los casos la posibilidad de elegir que “actitud” tomar ante las situaciones que la vida le plantea, o en las palabras de Viktor Frankl: “no soy yo quien le pregunta a la vida, es la vida quien me cuestiona a mí, y yo elijo como responder”.

El ser humano guarda dentro de su “Ser” el Espíritu, el cual nunca enferma, y no muere, el espíritu no se aniquila, una vez que ha sido encendido arde iluminando desde el interior hacia fuera, y es allí en donde empieza el trabajo de reconocer la heridas y el sufrimiento, ¿Por qué si el Espíritu ilumina nuestro “Ser”, nos perdemos en la oscuridad?, ¿Por qué no me puedo dar cuenta que lo hago hoy me esta dañando?, ¿Por qué a pesar de que se que me estoy lastimando y lastimando a quienes me aman, no puedo evitar seguir lastimándome (les)?. El hombre es mas que una entidad biológica (cuerpo), psicológica (mente), social (la familia y la comunidad), hay una dimensión más la Espiritual, el Ser Humano es ontológicamente un ser Espiritual, lo que no son el resto de los demás seres vivos.
Y cuando este mismo hombre se ve conflictuado con su dimensión psicológica, con su neurosis, depresión, ansiedad, sufrimiento, culpa, etc. No le es posible acceder a su dimensión Espiritual (se bloquea), debido a que no conozco cuales son mis posibilidades como persona para hacer un cambio en mi vida, y las cambios de la vida no ocurren solos, el hombre es el que tiene la responsabilidad de iniciar su proceso de “autodescubrimiento”, de reconocer su riqueza y su oportunidad de crecer a pesar de la desventura, sin embargo— (que)— la dimensión Espiritual se encuentre bloqueada no significa que se apague, sino que aguarda esperando encendida a que el hombre vaya a la conquista de su propio Ser.

Reconocer que cuando he fallado, cuando me equivocado, cuando lastimé a los que me quieren y cuando me lastimé a mi mismo, implica tener la “humildad” de reconocer mis errores, pero al mismo tiempo me hace ser conciente de que soy un ser “falible” e “imperfecto”, “soy un ser que no tiene respuesta a todo lo que la vida me ofrece, el poder equivocarme en los momentos en que he tenido que decidir, que soy un ser con miedos y temores”.
El hombre es un ser en constante crecimiento, somos seres no terminados, todos los días hay algo por aprender y todos los días me espera “algo” por descubrir.

Ser responsable significa tener la capacidad de responder, hacerme cargo concientemente y voluntariamente de algo. «YO SOY RESPONSABLE DE LO QUE PIENSO SIENTO DE LO QUE AMO Y DE COMO SUFRO» (VIKTOR FRANKL).

¿Y ante quien es responsable el hombre? Ante sí mismo, la mayor tarea de cómo ser humano es hacerme responsable de mi vida y de ir respondiendo a las tareas que la vida me va ofreciendo, nadie puede hacer esto por mí, solo yo puedo hacerlo, es intransferible”. Es la Unicidad de la Persona.

El primer paso de alcohólicos anónimos señala: “Admitimos (me doy cuenta concientemente) que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”, quien reconoce este punto ha iniciado el primer paso trascendental de su condición “admite humildemente que debe hacerse responsable de sí mismo”.

Cuando soy capaz de responder por mí mismo, debo responder frente a lo que hago con los demás, el paso numero 8 señala: “Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos”, ir al encuentro con el otro implica despojarse de las ataduras y comprender que a pesar de lo que ha pasado aún hay mucho por hacer, que no todo se ha perdido.

LA RESPONSABILIDAD Y AUTOTRASCENDENCIA PERDÓN

Ser responsable ante Dios, a que soy un ser abierto a trascender, a la aspiración de un sentido mucho más alto, el paso 11 señala: Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.

Cuando el hombre comprende que no es culpable de lo que le ha pasado en la vida, pero sí responsable de su dolor y su sufrimiento, deja de ser una “víctima” de las circunstancias, modifica sus actitudes, y se hace cargo voluntariamente de las “riendas de su vida”.

El dolor, no es del todo malo, aunque a nadie nos gusta sentir dolor, todos en algún momento lo hemos sentido, vivir el dolor y el sufrimiento es “vivirlo” en toda la dimensión de la palabra, asumirlo, dejar que me duela, reconocer que me duele es la expresión más indigente del dolor, nos confronta con lo más débil del ser humano. “Me doy cuenta (soy conciente) de que me duele y por eso sufro”.

Meterse al dolor, es uno de los pasos de la curación, sin embargo, siempre lo negamos, preferimos evitarlo y hasta pretender vivir únicamente para ser felices, lo cual hace que el dolor nos duela más.

Reconstruir mi vida implica un proceso lento, nada se da de un día a otro, al igual que no se puede nacer sabiendo caminar, sin embargo, cuando se es niño se tiene la potencialidad para poder hacerlo, sanar la heridas lleva tiempo, y los tiempo de los seres humanos, no son los tiempos de Dios y de la Vida, es decir no se miden por horas, ni por años, sino por momentos, descubrir mi “sentido del momento”, implica reconocer que en cada situación que la vida me plantea, existe una posibilidad de significado un “sentido del momento”, ¿Qué me quiere decir la vida ante cada situación que se me presenta?, ¿Cómo elijo responder ante aquello que la vida me ofrece?. Y desde mi Unicidad respondo ante lo que para mí es lo correcto, al margen de lo que los demás piensen o sientan. Yo soy quien responde, y elijo lo que creo que es conveniente, aunque me equivoque, asumiré la consecuencia de mis actos.

Hoy puedo elegir quedarme con mi dolor, o puedo elegir aprender de él y trascenderlo, hoy puedo creer que la vida no tiene sentido, o puedo detenerme a ver que hoy alguien me sonrió, me saludó, pidió mi ayuda, puedo darme cuenta que la vida me brindó un amanecer, la oportunidad de saborear un café, contemplar la belleza de una flor, puedo darme cuenta de sentir lo que es el amor, sentir una caricia, puedo darme a los demás a través de mi trabajo y de mi testimonio de vida, y en los momentos en que me asalte la duda puedo escuchar y atender a la “voz de mi conciencia”, a esa parte humana y sabia que me dice qué es lo que debo de hacer.

Hoy al irte a la cama haz un recuento de las enseñanzas que la vida te dejó, no importa si fueron malas o buenas, pregúntate qué te enseño la vida. Si piensas que es mejor es no vivir, respóndete tú mismo ¿Por qué sigues vivo?, ¿Qué te hace latir? Cambiar no es fácil, debemos despertar a nuestra “conciencia” pero una buena forma de empezar es comenzar sólo por este día, y sólo por hoy a pesar de todo respóndete si valió la pena vivir, sólo por hoy y a pesar de todo… di Si a la vida!!!

__._,_.___